Tomando como punto de partida el poema "Northerner" de Margaret Tait, esta película reflexiona sobre la transición estacional y emocional del invierno a la primavera. Mientras que el poema busca palabras para comprender este frágil pero violento paso, la película utiliza imágenes para comunicar este proceso temporal-emocional de anhelo y proyección.

El lenguaje, escrito y hablado, es a la vez tema y método. Se explora como un medio para acercarse a lo que trasciende el yo: una herramienta de comprensión, pero también de dominación, fascinación e invocación. La película propone diversas representaciones del lenguaje: como materia física (celulosa, tinta, aliento); como una fuerza imaginativa que convoca a otros cuerpos a la presencia; y como un gesto mínimo: señalar, tocar, poner a prueba los límites de lo visible.

Todos los tiempos en un lugar y todos los lugares a un tiempo. Un retrato de varias tardes posibles en el Parque del Buen Retiro, Madrid.